Cuando se menciona el término tierra batida, al espectador de tenis se le viene a la mente los botes lentos y altos, posiciones en la pista principalmente defensivas e intercambios largos. Aún así, una gran parte de los puntos que se juegan en esta superficie se definen a base de golpetazos por la vía rápida, como suele ocurrir en el tenis moderno.
La primera semana de la gira europea de tierra batida fue un toque de atención. Los campeones en Estoril, Houston y Marrakech fueron Hubert Hurkacz, Ben Shelton y Matteo Berrettini, respectivamente, tres jugadores que no se caracterizan precisamente por jugar puntos largos o ir a la defensiva. En Estoril, el 70% de los puntos que jugó Hubi con su saque terminaron en cuatro golpes o menos, ganando el 83% de dichos intercambios. En Houston, Shelton terminó su puntos con el saque en cuatro golpes o menos el 75% de las veces, y los puntos al saque de su contricante, Frances Tiafoe, fueron incluso más cortos. En el caso de Berrettini, el italiano consiguió una cifra de hasta el 77%, con un porcentaje de victoria del 76%. O, bien dicho sea de otra forma, Matteo ganó casi el 60% de sus puntos al saque con su servicio y su golpe tras el servicio.
Tras esta primera semana, los torneos se han ido ajustando a lo que más o menos esperábamos. Marton Fucsovics desgastó a Mariano Navone en una final reñida en Bucarest. La final de Múnich sí que se decidió entre dos jugadores que le suelen pegar bien fuerte, como son Taylor Fritz y Jan-Lennard Struff, pero en este caso Struff se llevó la victoria con menos puntos cortos con su saque que Berrettini y cía.
Sin embargo, los puntos rápidos influyen mucho en los resultados en tierra batida. Cuando Stefanos Tsitsipas derrotó a Casper Ruud en Montecarlo, terminó el 70% de sus puntos con el saque en cuatro golpes o menos, un partido a lo Hurkacz propio de un sacador de élite como él. Una semana después, en Barcelona, este número bajó al 63%, no muy superior a la media del circuito ATP en tierra batida. Stef se sintió expuesto, teniendo que luchar intercambios más largos ante uno de los mejores jugadores de fondo del tenis actual. Al griego le rompieron el saque en tres ocasiones y perdió 0-2.
Los espectadores suelen centrarse en las estadísticas relacionadas con la longitud de los intercambios y los porcentajes de victoria. ¿Qué tal lo hizo Jannik Sinner en los intercambios de entre 0 y 4 golpes? ¿Ganó Carlos Alcaraz más de la mitad de los puntos terminados con más de 10 golpes? Aunque estas estadísticas por sí solas son importantes, muchas veces puedes analizar un encuentro (y predecir quién será el ganador) observando la frecuencia de cada tipo de punto. Si Berrettini termina la mayoría de sus puntos con el saque por la vía rápida, podemos inferir que sus tácticas están funcionando como deben, y que probablemente esté por delante en el marcador. Si, por el contrario, el italiano pasa más tiempo luchando en intercambios largos, su oponente tiene más oportunidades de llevar la batuta del partido, lo que puede provocar la derrota del jugador romano.
En tierra batida, específicamente, lo importate es sobrevivir a la batalla, alargando los puntos al restar. Y en esto, nadie en el circuito lo hace mejor que Daniil Medvedev.
El pulpo en la tierra batida
En un partido estándar masculino en tierra batida, el 61% de los puntos acaban en cuatro golpes o menos. Sacamos este número de los datos provenientes del proyecto Match Charting, con más de 200.000 puntos en tierra batida registrados desde 2015. A continuación, le mostramos el porcentaje de victoria (W%) del jugador que resta en cada tipo de intercambio en función de su longitud:
Frecuencia W%
Corto (0-4) 61.2% 33.1%
Medio (5-9) 27.5% 35.3%
Largo (10+) 11.2% 55.8%
Mientras más se alargue el intercambio, más oportunidades tendrá el restador de ganar el punto. Los intercambios con cinco y seis golpes favorecen al que saca, aunque no por tanto como los puntos más cortos. Los intercambios de diez golpes o más son prácticamente neutrales. Los números sí que favorecen a los restadores porque son estos los que ganan los intercambios con diez golpes, y es justamente esta la longitud de punto más frecuente dentro de esta categoría. Si trazáramos la línea en nueve golpes u once, ocurriría justo lo contrario.
Veamos las mismas estadísticas pero con Medvedev:
Frecuencia W%
Corto (0-4) 52.5% 35.5%
Medio (5-9) 30.3% 36.1%
Largo (10+) 17.2% 52.3%
Los porcentajes de victoria en puntos cortos y medios son un poco mejores, pero la verdadera diferencia reside en la columna de “Frecuencia”. Un partido de tenis, de media, se compone de alrededor de 80 puntos de saque por cada jugador. De estos 80, Medvedev juega al resto siete puntos cortos menos y añade cinco puntos largos más.
En este sentido, un buen restador no es el que tira ganadores con el resto por un lado u otro, o pilla constantemente al sacador a contrapié. El objetivo es simple y llanamente, sobrevivir. Devuelve el saque, preferiblemente con un resto bien colocado para evitar un golpe ganador cómodo de tu adversario. En la final del año pasado en Roma contra Holger Rune, Medvedev alargó los puntos al resto, en línea con sus promedios a lo largo de su carrera: 54% puntos cortos, 31% puntos medios. Rune supo llevar bien los intercambios que se quedaban en nueve golpes. Sin embargo, cuando Medvedev conseguía alargar el punto hasta el décimo golpe (lo consiguió 10 veces en 67 puntos de saque del danés), se llevó todos excepto uno. Dos de estos puntos largos fueron decisivos para la victoria del jugador ruso: primero, con un punto largo se llevó un break de ventaja en el primer set; después, Medvedev se aseguró otra rotura de saque en el segundo set después de ganar un intercambio larguísimo de 22 golpes, evitando que Rune se llevara la segunda manga con su saque.
La defensa del ruso es incluso más impresionante cuando la comparas con otros jugadores masculinos con un mejor rendimiento en tierra batida, al menos a priori. A continuación, le mostramos los 20 mejores jugadores ordenados en función de la frecuencia de puntos cortos al resto (mín. 500 puntos al resto en tierra batida registrados desde 2015):
Jugador Frecuencia W%
Daniil Medvedev 52.5% 35.5%
Diego Schwartzman 53.5% 36.5%
Rafael Nadal 54.7% 39.5%
Alex de Minaur 54.9% 31.2%
David Ferrer 55.1% 34.6%
Marton Fucsovics 55.6% 41.8%
Andy Murray 55.6% 40.0%
Novak Djokovic 55.7% 36.4%
Gael Monfils 55.8% 34.7%
Francisco Cerundolo 55.8% 38.6%
Stefanos Tsitsipas 56.1% 31.8%
Jannik Sinner 56.9% 36.0%
Jaume Munar 57.0% 36.5%
Hubert Hurkacz 57.1% 30.3%
Alexander Zverev 57.5% 34.8%
Alejandro Davidovich Fokina 58.3% 33.7%
Sebastian Baez 58.3% 36.3%
Gilles Simon 58.6% 35.9%
Dominic Thiem 58.6% 32.5%
Guido Pella 58.8% 35.1%
Toda la lista se sitúa en una horquilla de unos seis puntos porcentuales, por lo que el punto que separa a Medvedev de Diego Schwartzman (por no mencionar los más de dos puntos que le separan de Rafael Nadal) nos ilustra de qué manera el ruso es un caso atípico. Una frecuencia baja no significa automáticamente que sea mejor: yo preferiría tener la combinación de frecuencia y porcentaje de victoria de Rafa por encima de Medvedev, algo que también preferiría todo el mundo incluso antes de leer una sola palabra de este artículo. Pero, aunque el ruso no se lleve tantos puntos cortos como Nadal, Andy Murray o Fucsovics (!), su conservadurismo no acaba siendo un lastre. Medvedev gana casi tantos puntos cortos como Schwartzman, Sinner o Novak Djokovic. Todo esto partiendo de la base de que su estilo de juego está exclusivamente diseñado por defecto a neutralizar y alargar los intercambios.
Los puntos jugados a diez golpes
El dominio de Medvedev en los intercambios largos contra Rune puede llevarnos a conclusiones erróneas. Como ya hemos visto, el ruso se lleva alrededor de la mitad de los puntos que juega al resto en tierra batida que se alargan a diez golpes. La mayoría de jugadores también consiguen dicha marca. No se trata de barrer a los oponentes por medio de alargar los puntos, prácticamente nadie es capaz de eso, como ya veremos. El objetivo es neutralizar los intercambios. El sacador en una pista de tierra batida, de media, gana el 64% de los puntos, por lo que cualquier cosa que el que resta pueda hacer para disminuir ese número al 50% le ayudará a ganar el partido.
Al alargar los puntos también se puede desencadenar un efecto dominó. Cansas al sacador, y, con ello, puede que no le quede mucha energía para el siguiente intercambio. Por lo tanto, intentando terminar los puntos por la vía rápida, el que saca decidirá optar por golpes más arriesgados que puede que desemboquen en errores no forzados.
Sin embargo, los mejores jugadores de fondo de pista no necesitan echar mano de un efecto dominó. Medvedev brilla a la hora de crear puntos largos, pero otros jugadores masculinos son mucho mejores ganándolos. A continuación, mostramos los 20 jugadores con mayor porcentaje de victoria en puntos largos al resto (mín. 100 puntos registrados):
Jugador Puntos largos W%
Kei Nishikori 141 69.5%
David Ferrer 129 67.4%
Nicolas Jarry 126 65.1%
Rafael Nadal 863 62.9%
Gilles Simon 121 62.0%
Philipp Kohlschreiber 133 60.9%
Aljaz Bedene 167 60.5%
Richard Gasquet 116 60.3%
Andrey Rublev 271 60.1%
Roberto Carballes Baena 158 60.1%
Carlos Alcaraz 381 60.1%
Botic van de Zandschulp 210 60.0%
Robin Haase 142 59.2%
Sebastian Baez 284 59.2%
Borna Coric 164 59.1%
Pablo Carreno Busta 203 58.6%
Lorenzo Musetti 144 58.3%
Novak Djokovic 1099 58.0%
Alexander Zverev 793 57.9%
Juan Martin del Potro 168 57.7%
(¿Nicolás Jarry?)
Nos encontramos con una lista completamente diferente que la anterior. Las habilidades que se necesitan para generar puntos largos no son las mismas que para ganarlos. Por lo tanto, lo ideal es encontrar un equilibrio entre ambas cosas. El porcentaje de victorias de Nishikori es excelente, pero Medvedev tiene casi el doble de probabilidad que el japonés de alargar el punto al resto hasta la marca de 10 golpes. Si comparamos a Daniil con Nicolás Jarry, el ruso acaba jugando el triple de puntos largos al resto.
La clave es pensar en términos marginales. Los puntos largos favorecen al restador, por lo que podemos considerarlos como puntos medios que el restador ha conseguido alargar. Un jugador, de media, aumenta sus probabilidades de llevarse un intercambio alrededor de 21 puntos porcentuales (de 35% a 56%) cuando alarga un punto “medio” a “largo”. Lo podemos llamar “el valor marginal” de un intercambio largo. Si multiplicamos el valor marginal de un jugador en puntos largos con su frecuencia a la hora de generarlos, nos saldrá la rentabilidad absoluta de emplear esta habilidad defensiva. De media, un jugador alcanza diez golpes un 11% de las veces, por lo que la rentabilidad se quedará en:
21% (valor marginal) x 11% (frecuencia) = 2,3%.
No es que sea un número significativo por sí solo, pero si nos proporciona un indicador de referencia a la hora de interpretar estadísticas individuales. Mientras mayor sea la rentabilidad del restador, mayor beneficio obtendrá de su habilidad de generar intercambios largos.
A continuación, le mostramos los 20 mejores jugadores en relación con esta marca, que combina frecuencia de intercambios largos y tasa de éxito, así como otros jugadores destacados:
Jugador Pts larg Frec ValorMarg Rentabilidad
David Ferrer 129 14.2% 30.5% 5.3%
Roberto Carballes Baena 158 14.1% 29.0% 4.4%
Gilles Simon 121 14.7% 35.5% 3.9%
Aljaz Bedene 167 12.6% 31.2% 3.7%
Lorenzo Sonego 131 11.7% 23.0% 3.6%
Pablo Carreno Busta 203 13.0% 31.7% 3.5%
Robin Haase 142 11.5% 28.7% 3.5%
Rafael Nadal 863 14.4% 39.8% 3.3%
Novak Djokovic 1099 16.2% 37.5% 3.3%
Stefanos Tsitsipas 558 13.3% 32.4% 3.2%
Juan Martin del Potro 168 12.6% 32.1% 3.2%
Marton Fucsovics 137 16.0% 31.7% 3.1%
Diego Schwartzman 751 17.3% 37.7% 3.1%
Alexander Zverev 793 13.0% 36.0% 2.8%
Daniil Medvedev 394 17.2% 36.1% 2.8%
Richard Gasquet 116 10.5% 34.0% 2.8%
Kei Nishikori 141 9.6% 41.0% 2.7%
Dominic Thiem 931 13.2% 34.9% 2.7%
Holger Rune 185 11.1% 33.3% 2.7%
Cameron Norrie 103 10.0% 29.5% 2.7%
Jugador Pts larg Frec ValorMarg Rentabilidad
Jannik Sinner 352 12.9% 38.5% 2.4%
…
Andy Murray 299 12.5% 33.1% 2.3%
MEDIA 2.3%
…
Casper Ruud 560 9.3% 35.9% 1.7%
…
Carlos Alcaraz 381 8.4% 41.7% 1.5%
Nicolas Jarry 126 5.6% 38.4% 1.5%
…
Stan Wawrinka 193 8.4% 36.2% 1.4%
Esta tabla nos da aún más pruebas de por qué David Ferrer es el septuagésimonoveno mejor jugador del último siglo. De hecho, estos números puede que infravaloren sus habilidades en los puntos largos, ya que hemos limitado el análisis a puntos recogidos desde el 2015 hasta la actualidad. Puede que esto también haya afectado los números de Nadal. Además, no es que tengamos una gran cantidad de puntos largos a nuestra disposición, por lo que alguno de los resultados puede ser engañoso: por mi parte, yo no me trago que Lorenzo Sonego lo haga mejor en los puntos largos que otros que quedan por debajo del italiano, como Schwartzmann, Djokovic o Medvedev.
Dejando a un lado las salvedades, con esta estadística obtenemos una estimación razonable del valor que cosecha un jugador cuando alarga los puntos al resto. Ruud y (sobre todo) Alcaraz son muy buenos en los puntos que sobrepasan los diez intercambios, pero no consiguen alargar el punto con mucha frecuencia. Medvedev, por su parte, sigue siendo el rey a la hora de contrarrestar puntos cortos y crear puntos largos al resto, pero muchos de sus compañeros son mejores a la hora de ejecutar y acabar ganando los intercambios más largos.
Independientemente de la forma que ordenemos la lista, el resumen principal de este artículo es lo siguiente: la frecuencia es igual de importante que el porcentaje de victoria. Los restadores apenas tienen la oportunidad de acabar los puntos por la vía rápida, por lo que siempre será positivo extender el intercambio. Si lo haces con frecuencia, tendrás muchas más oportunidades de romper el saque. Así lo hace el ruso, y por ello Daniil se ha convertido en uno de los mejores jugadores del circuito en la superficie que más detesta. Y para el colmo de sus rivales, el ruso acaba rompiendo a base de meter una pelota más de la cuenta.
Fuente: https://www.tennisabstract.com/blog/2024/04/30/daniil-medvedevs-instinct-for-survival/